Re:CRONICA COMIDA DE NAVIDAD ZONA LEVANTE

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Fernandovitch
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Re:CRONICA COMIDA DE NAVIDAD ZONA LEVANTE

Mensaje por Fernandovitch »

Bueno, bueno, bueno fotos lo que es fotos sólo tomaron las “Marías” así que vernos a ver si salen.

El día comenzó redondo: amaneciendo media hora antes de la que habíamos quedado en reunirnos; pero como las prisas sólo son buenas para ladrones y malos toreros allí que nos presentamos el sector Corte Inglés al competo a nuestro ritmo encontrando a los puntuales apurando sus copas en una terraza al sol del levante entre las Artes y las Ciencias, a la vera del rio seco. Total, el tiempo justo para que Feli –ejerciendo de anfitrión- terminase de invitar a la concurrencia y a sortear acequias y campos de naranjos Y hortalizas hasta llegar a la vieja alquería reconvertida en casa de comidas de postínena la tradición valenciana.


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El lugar precioso y, aunque estaba de bote en bote –¡cómo madruga la gente los festivos!-, nuestra mesa estaba lista y preparada. De entrada las “Marías” relegaron al sector viril a un extremo de la mesa posicionándose ellas todas juntitas para poder hablar a la vez, claro que Javiersen y un servidor, ejerciendo de padre y tito quedamos aislados con los vikingos en el otro extremo.


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http://www.elbrosquil.laguia3d.com/cont ... l-valencia


La comida fue toda tradicional Valenciana, comenzando por entrantes de huerta y mar –gambas, calamares enteros a la plancha, escalibada con bacalao y mojama con aceitunas negras, y como amante de todo manjar venido de almeja, mis preferidas, unas navajas a la plancha del tamaño de albaceteñas de siete muelles-, pasando por el arroz con tropezones de pelo y pluma de la tierra y terminando por los postres de la casa –bizcocho de arroz con leche, flan de naranja valenciana, milhojas de praliné, armadí, dulce de calabaza y mil golosinerías más como para hacerse diabético converso-, todo ello regado con tinto y blanco de la tierra y, como colofón, cava de Xátiva –o alrededores- que hizo que la primera pasada de los comensales por el alcoholímetro de Pepe -Bacterius- triplicase de media el nivel no punible al volante.


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Claro que ahí no acabó la cosa, con todo el restaurante vacío y las camareras haciendo las mesas, cambiamos unos metros de ubicación y seguimos con las copas interrumpidas de vez en cuando por rondas de coca de llanda y mistela. Todo ello en animada conversación y fumeteo bajo techo -licencia cortesía del dueño del restaurante-.


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Así seguimos hasta que se fue hasta la última camarera y nos quedamos el grupo de los pesados y el dueño manteniendo el restaurante cerrado para el mundo y abierto sólo para nuestra intemporal sobremesa –otra cortesía más-.

Pero el momento de irse tenía que llegar no sin antes –ante mi perplejidad- disfrutar de la última cortesía del dueño. La primera vez en mi vida que lo he visto. Llega la hora de la factura y en un menú de precio cerrado esta no coincidía con lo acordado. ¡No señor! Había una rebaja de casi un 10% además de no cobrar por los “niños” –menudo saque el de los vikingos, y Álvaro que casi le gana a su padre en el plato-.


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En definitiva, el día fue genial y hemos de felicitar y agradecer a Feli y Mª Ángeles la elección del lugar y la gestión con el propietario que tanto gusto dio a nuestros paladares y regocijo a nuestros estómagos.


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Pero la jornada no acabó ahí, ¡noooo!, al menos para los disolutos y casquivanos sin obligaciones parentales. Quienes sí tenían esas obligaciones fueron yéndose a medida que llegaba la hora de cumplirlas, pero el resto –que hubiese petado el cacharrito delator de Pepe (Bacterius) de un solo hálito- parecía sentirse atraído por la hora golfa y el dilema era “¿dónde nos atenderán en Valencia en este estado y a esta hora?” Por más que pensábamos no encontramos respuesta positiva ni satisfactoria a pesar de conocer la ciudad. El desaliento, la pesadumbre, la depresión, ¡resignación! parecía que nos vencería hasta que la idea surgió… “a mi casa, ahora nos vamos todos a mi casa a seguir la marcheta”. ¡Eso es voluntariado! y no el irse a que lo persigan a uno los moros por el Sahara. Terminamos, gracias a Pepe y Mariblel, destripando un jamón cordobés –¡que arte Felix con el cuchillo-! acompañado de toda suerte de manjares y tinto de la mejor reserva en Almazora.


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En fin, gracias a la buena disposición de todos, que íbamos a disfrutar, al acierto y buen hacer de Feli y MªÁngeles con el restaurante y a la temeridad de Pepe y Maribel cobijando a semejante panda del rocio de la noche nos lo pasamos de muerte ¡y sin hacer mal a nadie. ¡TOMA YAAAAAA!


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¡¡¡¡¡PA´ REPETÍ!!!!!
ImagenDarugo Dario Durnio
Socio nº 223
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