Vuelta en moto a la Península Ibérica recalando en los cabos geográficos que estudiamos de pequeños en aulas de tiza, pizarra y maestros con regla de madera en mano para corregir cualquier despropósito académico u de otra índole que pudieran acontecer a sus pupilos. Ajo, Matxitxaco, Deltebre, Nao, Palos, Gata, San Vicente, Espichel, Touriñan, Ortegal, Vidio y Peñas. A estos cabos hay que excluir los mas extremos referidos a los cardinales, a saber, Creus al este, Tarifa el mas meridional, Roca en poniente y Estaca de Bares al septentrión, también Trafalgar y Finisterre que por su importancia histórica añadida a la geográfica, fueron todos ellos hechos en ruta motera en 2008 bajo el epígrafe ATANDO CABOS 2008, con lo cual sumado uno y otro periplo resultan vistos todos los cabos geográficos de importancia en el mapa peninsular.
Por cuenta salen 5424 km, en nueve etapas a jornada por cada una. Salimos de León dirección Ajo por el Puerto de San Glorio el sábado 9 de julio y hemos vuelto el domingo 18 por el Puerto de Pajares, visitando en Prima jornada los cabos de Ajo y Matxitxaco recalando en Estella como fin de jornada. Tres éramos en este tramo. Tramo con un San Glorio recompuesto de asfalto y trazado. Atravesadas las Sierras de Aralar y la de Urbasa, juntas en el mapa y separan la comunidad Vasca y la Navarra. A través del puerto de Lizarraga hacia el destino, puerto de disfrute motorista y una espectacular y serena belleza plástica desde su alto. Se nos unió un cuarto elemento en sustitución de otro baja de última hora. Lo hizo con una moto atronadora y molesta que soportaríamos hasta que nos abandonó al bajar el Coll de Rates en la tercera etapa pues tenía asuntos en Benidorm.
En la segunda, Deltebre, cabo y desembocadura del río Ebro, durmiendo en Vinaros. En las cercanías de Estella se añadieron dos mas, siendo así ya seis. De los sumados, un renegado de BMW (la mujer de donde sea, pero la moto alemana) pasado a marca con fisonomía de los ojos rasgados y a piel amarilla y el otro, dejo el confort de BMW K1200GT para pasarse a la esencia de BMW de la R1200GS añadir el merito a imitar de tener en sus espaldas siete décadas. Trazado a tiralíneas por Bardenas, Ribera y Campo de Cariñena con inflexión desde Gandesa, haciendo guiños al Ebro hasta su desembocadura en el cabo que marca la etapa. Significar los 42 Celsius en Las Bardenas no siendo de extrañar así el secarral paisajístico. Cena idílica, para compartir con un romance y no con rudos y zafios moteros (algunos de ellos, no todos), buen local, jornadas locales, buena cocina y mesa, mejor atención y precio muy contenido.
La tercera Palos en Murcia y descanso nocturno en Los Alcazares. Etapa en su primer tramo, El Maestrazgo, bonita, distraída y recomendable para futuros eventos moteros. Morella y nueve puertos de montaña en 200 km entre el Maestrazgo y Javalambre. Preferencia por los de Querol y Ares. Ya en la provincia de Alicante el Coll de Rates, también muy recomendable en su ruteo, donde en su alto se incorporo después de hacer 900 km en ruta desde León, el grueso de los participantes, sumando ente los seis que éramos y los acontecidos un total de once, aunque uno restaría solo un par de horas mas pues nos dejó en Benidorm para agradecimiento de nuestros tímpanos. La cena en Los Alcazares no apta para la falta de refinamiento barnizado de buenos usos que mostramos alguno. Cena de cocohas y algún que otro culinario, de mucho nombre y precio y poca factura. Dividendo: seis centenas de euros, divisor: diez paisanos, resultado: sesenta por cabeza y por resto cero pelotero. Nota cero también a lo comido para la mucha hambre, que para los de meñique en alto son ganas de comer, que nunca deben confundirse aquella con estas.
La cuarta hasta Ronda previa visita al cabo de Gata, siguiendo un eje transversal imaginario por el interior andaluz, Sierra de Gator, Las Alpujarras, Torcal de Antequera, Sierra de Ronda..., demasiado calor, abusivo, impide rodar con soltura y unido a unas carreteras de reciente construcción pero ya muy deterioradas ha hecho la etapa tediosa para la marcha, por contra ha permitido apreciar mejor el entorno. Belleza de postal el pueblo de Olvena, de los blancos, con la luz crepuscular simultanea con el alumbrado de calles y casas ya encendidos. Llegados a la pernocta es lo ultimo rodado en este periplo para dos de los participantes según lo anunciado cuando se adhirieron.
Nos llevo la quinta a Sagres ya en Portugal y visita al cabo San Vicente. Dos tramos, Sierra de Grazalema recalando en Ubrique y Grazalema, directo y rápido rodar por el eje Sevilla a Huelva, donde franqueamos en aquella el Guadalquivir por el puente del Quinto Centenario. Entrada en Portugal por Ayamonte y su puente internacional sobre el Guadiana. El bochorno atmosférico es barrido por un fuerte viento que nos acompaño con mayor o menor intensidad por todas las tierras lusas. Bucle en el mapa y mas rodar portugués al seguir el Guadiana hasta el parque natural del mismo nombre, invertir la dirección hacia Faro y de ahí hasta Sagres. Llegados ya anochecidos nos encontramos cama de matrimonio y la Pousada do Infante toda ocupada, mi compañero y amigo se sacrifico con valor legionario dejándome la cama para mi y un moisecito a pie de cama arropado con una toalla de baño para el, según se muestra en foto adjunta.
En el Cabo San Vicente el viento que impera tiene carga histórica, posiblemente determino la calidad de los marinos a vela portugueses que con sus naos partieron hacía la aventura para gloria propia mayor grandeza de Portugal. También causa directa de la creación por parte del Infante Enrique de la Escuela de Navegación y Cartografía en el 1416, cuyo entorno se convirtió en la ciudad de Sagres. Todo ello aprovechando los conocimientos de los extintos Templarios, reconvertidos en Portugal en La Orden de Cristo y que el propio Infante abrazo. Nos despedimos al anochecer en La Pousada de Sagres del grueso del pelotón incorporados en Alicante en la tercera etapa, pues partían al amanecer hacia León. Así mañana solo quedaremos tres.
Transcurrió la sexta por carreteras de la mitad sur del país vecino y fin en Leiria, Sierra de Monchique, Visita al cabo Espichel próximo a Setubal. Lisboa, cruzar el Tajo por el puente Vasco de Gamma con sus cinco km de longitud. Sin dejarnos el viento (pena de no tener vela) llegamos a Leiria, ciudad que nos sorprendió gratamente por lo recogido y agradable de su ambiente. Mañana rodaremos dos, pues el tercero parte para León según lo previsto, siendo con los dos que continuamos los tres que iniciamos el viaje.
El séptimo día de viaje fuimos hasta el Balneario de Mondariz a dormir. El especial encanto de Oporto nos obliga a recalar en esta localidad, un sol nada molesto predispone al relajamiento en la orilla de Gaia. Al llegar cruzamos el en Portugal Duoro hacia el norte por el puente de Freixa, volvimos a hacerlo en sentido sur por el del Infante. Como no hay dos sin tres, marchamos sin vuelta por el puente mas próximo al Atlántico y desembocadura, el de la Arribada. Descanso de visita a cabo, por contra, para que la molicie no hiciera mella hemos ido a la desembocadura del río Miño, cruzándolo por el puente internacional Lovelhe-Goian. Vista por todo lo alto, en los sentidos literal y figurado por el privilegio, desde el Monte Santa Tegra, con dominio visual de ambas orillas, la portuguesa de Caminhas y la española de A Guarda. En Mondariz se suman a la cena dos participes que por circunstancias ajenas a su voluntad tendrían que habernos acompañado desde Leiria, y no es que se extraviaran, un percance sin lesiones pero de importantes daños en las motos les impidió tal menester. El sujeto activo alegó “distracción imperdonable” por el alcance a su compañero de ruta, cuatrocientos kg de motos al suelo, destrozos materiales y hechos contenidos pues se produjo con el pasivo en estático y el causante con poco impulso. Fuentes sin confirmar manifiestan que "la distracción imperdonable" tenia forma de mujer, de exuberante apariencia y con estas recabó toda la atención visual, impidiendo así tenerla en su colega. Afortunadamente ha quedo en anécdota viajera y de ser así la versión apócrifa, lo pernicioso de ciertas mujeres en determinadas circunstancias. Otro digo, cena en habitáculo cercano al Balneario, al ver la oferta culinaria rememoramos lo ocurrido en otro restaurante de otra cena de otra etapa, equidistante en la cartografía peninsular: Los Alcazares. Será un rosa, será un clavel, cuando llegue la cuenta te lo diré. De rosa nada, clavel a precio de orquídea: marisco de baja cota y algo de rodaballo a precios sobredimensionados.
Marchados los dos que compartieron cena quedamos otros dos para continuar rodando hacia Burela en la que hace ocho de las etapas , con dos cabos a visitar, Touriñan y Ortegal. La tranquila jornada anterior nada presagiaba del acontecer presente: viento y agua, mucha agua, 400 km de agua de lluvia, en Ortegal de galerna con peligro cierto para el rodar con mucha dificultad en el conducir y en parado para sostenerse. La firme voluntad de no dejar cabo suelto en el tintero, más que la pericia, hizo que no se desfalleciera en el empeño de visita a los dos cabos de esta etapa y ahí están las imágenes que certifican tal evento que para personas de lo cotidiano como los que suscriben, es casi una hazaña.
Ha sido la nueve rodar casi de compromiso, los dos cabos asturianos, Vidio y Peñas, algo de viento, buen grado térmico y carretera mojada rodando dirección este, paralelos a la cornisa cantábrica diez minutos detrás de la tormenta. Despedida y cierre con comida marinera algo mesurada y compromiso de cita en fecha próxima de los participes para comentar, valorar, rememorar el viaje y lo acontecido.
Como corolario mencionar lo mas destacado, que fuera de lo habitual referido a la buena compañía y demás menciones obligadas, en asuntos mas concretos decir respecto a la ruta los puertos de Lizarraga en la Sierra de Urbasa en Navarra; la N420 desde Alcaniz a Gandesa; los puertos de Queral y Ares en el Maeztrazgo; El Coll de Rates en la Sierra de Alicante. Sin olvidar la carretera de Campillos - Algodonales a Ronda. En Portugal a N2 desde Almodovar a Faro atravesando la poco concurrida la Serra do Malhao y la 267 que atraviesa la Sierra de Monchique. En sus antípodas las carreteras aragonesas y algunas andaluzas, la AC5201 ente Touriñan y Muxia, llena de gravilla que desmerecía lo bueno por donde transcurría. Destacar en alojamientos el de Mondariz Balneario, la Pousada de Sagres y los Alcazares. El premio limón para el de Vinaros, un hotel funcional para no poner acritud en su descripción. Cabos que se recomienda visitar por su entorno, el de Gata, San Vicente, Ortegal, Vidio y Peñas, sin descuidar las vistas y lugar del Monte Santa Tegra. El peor con marcada diferencia el de Ajo, cerrado su acceso a una costa que debería ser patrimonio visual para disfrute de todos. En algo tan delicado como el comer, la mejor nota para el Restaurante LO CRISTALERO de Vinaros, que mento con nombre propio pues por lo escrito antes el lugar merece tal mención. Casi a su altura pero sin tanto merecimiento un lugar junto al mar en Sagres. El peor en El Coll de Rates donde fue negado el pan y la sal a los que venían de León alegando horario. Sitios de buen comer pero de servir con antifaz en Los Alcazares y en Mondariz como ya se ha relatado antes mas arriba.
Casi 5500 km. Diez comunidades autónomas, veintitrés provincias, dos países, casi cuarenta puertos de montaña, todos los mares que bañan la península y cruzado todos los ríos importantes, algunos por puentes impresionantes. Ebro, Turia, Jucar, Segura, Tinto, Odiel, Guadalquivir, Guadiana, Tajo, Duero y Miño. Es posible que ya no se estudie en las escuelas geografía como la de este viaje, que nos ha servido para rodar en moto, en buena compañía a la par que ocupar un tiempo de vacaciones estivales.
Hasta el próximo rodar juntos.
Ye hemos visto el viaje de los cabos, otro interesante sería el de los golfos...., pero para ese viaje ya tenemos los telediarios.... 
Socio de número del Club Touring.
