Las motos empleadas han sido:
• BMW K1300 con neumáticos Metzeler M5
• Suzuki GSF 650 NA (Bandit) con neumáticos Pirelli Angel
Podemos dividir el viaje en tres partes. Una primera, de tres días para la aproximación al “escenario”, con las siguientes etapas:
1) Madrid –Nimes (Francia)
2) Nimes – Florencia (Italia)
3) Florencia – Brindisi
Etapas realizadas por autopista en todo lo que nos fue posible. Una segunda parte, de tipo turístico, con el siguiente contenido:
1) Alrededores de Brindisi (tierra de los Trulli y gruta de Castelmare) - Ferry a Corfú
2) Corfú
3) Corfú –Ferry a Igoumenitsa, Joanina, Paso de Kabala, Meteora, Trikala, Larisa - Tesalónica
4) Alrededores de Tesalónica (Vergina y la Calcidia)
5) Tesalónica – Pristina (Kosovo)
6) Pristina – Kotor (Montenegro)
7) Kotor – Split (Croacia)
8) Split – Zadar (Croacia)
9) Zadar – Triestre (Italia)
Etapas en las que se evitaron, en lo posible, las autopistas, y se buscaron carreteras y lugares interesantes. Finalmente, la tercera parte de retorno a España:
1) Trieste – Nimes
2) Nimes – Madrid (esta vez, por los Alpes)
En total han sido poco más de 8.000 Km recorridos en moto en 14 días de viaje. Se ha pasado por 10 países (España, Francia, Italia, Grecia, F.Y.R.O.Macedonia, Kosovo - España la sigue considerando parte de Serbia -, Montenegro, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia, aunque en el caso de los dos últimos haya sido solo de tránsito), con 3 religiones mayoritarias, 2 alfabetos y 3 monedas distintas. Uno llega a apreciar las ventajas de la Unión Europea en general y del tratado de Shengen (eliminación de fronteras) en particular, especialmente cuando tuvimos que esperar más de media hora al sol, y a 39 grados!!!, para poder entrar en Macedonia.
En la revisión, país por país, nos centraremos en la parte turística del viaje, pues las autopistas francesas e italianas son suficientemente conocidas. Señalar, en todo caso, lo revirado de las autopistas italianas en el entorno de Génova, con curvas con las que hay que tener mucho cuidado, y cuyo radio no se corresponde con los fijados actualmente para autopistas. Tampoco nos parece que esté debidamente actualizado el túnel de Frejus – entre Francia e Italia -, donde sufrimos la densa humareda generada por los camiones que sistema de ventilación, si es que existe, no consigue eliminar. De Bosnia-Herzegovina y de Eslovenia tampoco comentamos nada, dado lo breve de nuestro tránsito por dichos países. Finalmente, avisar de que en la autopista de Venecia a Turín no abundan las gasolineras con gasolina de 100 octanos – en Italia la suelen tener de 100 en lugar de la de 98 que gastamos por aquí –, lo que para algunas motos puede ser un problema. No deja de tener gracia que fuera en esta etapa final de regreso por Italia la ocasión en la que tuvimos más problemas para encontrar gasolina de alto octanaje.
Finalmente, decir que estas notas no pretenden ser una guía turística, para eso ya existen en las librerías las tradicionales, ni un recuento exhaustivo de la ruta, para eso están los mapas y el GPS. Tratamos, más bien, de contar los problemas encontrados, algunas reflexiones, nuestras impresiones y, alguna vez, nuestras sensaciones (¡¡¡ Jo, que caló¡!!). Deseamos que todo ello sea de utilidad a quienes visiten estos países.
1) Grecia
a. Circulación
i. Estado de las carreteras: quitando las autopistas, muy malo y en el caso de las carreteras secundarias, pésimo.
Respecto de las autopistas: la parte de la autopista Igoumenitsa-Tesalónica que usamos, muy buena y sin peajes entorno a Joanina, aunque sí los tenía entorno a Tesalónica. La otra autopista que usamos (Atenas – Tesalónica) que, teóricamente estaba completa ya en 2004 según los mapas que facilitan las compañías de alquiler de coches en Atenas y algunos mapas en internet, sigue sin estarlo. Faltan varios tramos en la zona de Larisa. Podéis imaginar nuestro enfado cuando, cansados por un largo día de moto, apurados de tiempo y deseando llegar al final de la etapa, llegamos a lo que, según todos los mapas debía ser una autopista hecha y derecha, para encontrarnos una carretera peor que las nacionales españolas de los años 70. Y cuando, ¡por fin!, llegamos a la autopista, la dicha dura poco, el tramo de autopista menos y, además, peaje. Que te lo hagan una vez, vale, pero no fue hasta la tercera que tuvimos una autopista seguida y en condiciones hasta Tesalónica. Si la información que tienen sobre sus autopistas es así, cualquiera se cree nada de las informaciones que tengan sobre su economía!!!
Respecto de las carreteras nacionales: se salva algún tramo (Igoumenitsa – Joanina) pero, en general, malo. En el caso de los accesos al paso de Kabala, que era la principal carretera del norte de Grecia antes de que hicieran la autopista, no puede ser peor, con derrumbes en mitad de la carretera, escalones en el pavimento por corrimiento del monte y toda clase de baches y desperfectos en el firme. Recomendamos la máxima prudencia y atención al circular por este tramo. Y es una lástima, pues tanto el paisaje como el trazado son maravillosos. Una carretera que podría ser un paraíso para las motos, y al lado de los monasterios de Meteora, visita obligada, parece más propia de una pista del Paris – Dakar que una carretera.
Llegando a Meteora
En otros tramos, aparecen otras trampas como semáforos en medio de la nacional, incluso en los tramos que tiene dos carriles. Tampoco faltan las marcas de las rodadas de los camiones en el asfalto. La señalización vertical casi no existe y de la señalización horizontal sólo suelen quedar vestigios.
Las carreteras secundarias: si las nacionales están como están, que se puede decir de las secundarias. La señalización vertical y horizontal prácticamente inexistente, las cunetas y los cruces sucios con tierra, ideal para derrapadas no deseadas. Y entre la suciedad, podemos dar fé, algún clavo. Uno de ellos terminó en el lateral de la banda de rodadura de la trasera de la BMW. Y todo eso incluso en la isla de Corfú, que se supone que es centro turístico. Los postes indicadores de direcciones y pueblos tampoco son mucho mejores, lo que obliga a dar alguna que otra vuelta de más. El haberse estudiado el mapa y la ruta antes de salir es, pues, fundamental.
Es una lástima que, teniendo en el norte de Grecia paisajes y carreteras con trazados que podrían ser paraísos para los motoristas, los tengan en un estado que poco invita a disfrutar del paisaje. Tampoco es de extrañar que la señalización vertical que más abunda – en algunos casos la única - son las figuras de unas pequeñas cruces ortodoxas marcando el lugar de algún accidente con víctimas. Al menos, los indicadores de dirección suelen estar escritos también en alfabeto latino y no sólo en griego. Eso facilita algo las cosas.
ii. Tráfico y circulación: los únicos problemas de embotellamientos los tuvimos pasado Larisa, en el tramo que debía ser de autopista y no lo era, y también en la salida de Tesalónica hacia la Calcidia por ser fin de semana. Aparte, la media hora larga que estuvimos cortados por un incendio cerca de Meteora (Grecia, como en el resto del Mediterraneo, también se estaba quemando este verano).
La Calcidia o Calcídica
Torre Blanca de Tesalónica
iii. Gasolineras/gasolinas: no hemos tenido problemas reseñables y, aunque no siempre tenían gasolina de alto octanaje, una o dos gasolineras más adelante la tenían, y no faltan gasolineras. Tampoco tenemos quejas con la calidad del producto.
iv. Otros comentarios (fronteras, moneda, peajes, talleres, seguros, radares/multas …): aunque las carreteras sean malas, nuestra experiencia con los talleres fue buena. EL incidente del pinchazo en Corfú fue perfectamente solucionado en un taller a la última y que “controlaba”. Nos informaron y, resulto ser cierto, que el sistema de reparación que teníamos - el sistema del macarrón de goma que se introduce en el pinchazo mediante un punzón especial - no era adecuado para distancias medias en el modelo de neumáticos (Metzeler multicompuesto). Quien use este tipo de neumáticos deberá tenerlo muy en cuenta, pues tampoco valen los sistemas de spray al inutilizar el detector de presión, caso de tenerlo.
Respecto de radares y policías de tráfico, creo que no vimos ni los unos ni los otros en todo el viaje por Grecia. Los únicos policías que vimos estaban en el puerto de la capital de Corfú (Kerkyra).
b. Paisajes y Lugares visitados:
Corfú: en la parte monumental se visitó la propia capital (Kerkyra – Corfú) con sus espléndidas fortificaciones y la villa que construyó la emperatriz austrohúngara Sisi: el Heracleion, que luego compró el Kaiser Guillermo II. EL lugar y sus vistas merecen la pena (aunque casi fenecimos por el calor!!). También tuvimos ocasión de asomarnos a la costa oeste, con sus acantilados. Las calas entorno a Paleokatritsa son de lo mejor. La reparación del pinchazo nos dejó sin tiempo para visitar la costa norte; una lástima. En nuestra opinión Corfú es un buen sitio para pasar una semana en un buen hotel y visitando cada día alguna de sus calas. Los scooter parecen ser el medio ideal para ir de cala en cala.
Meteora: tras una bonita, y hasta buena, carretera nacional de Igoumenitsa a Joanina para evitar autopista, no metimos en la autopista, un tramo, antes de volver a la nacional para subir al paso de Katara. Este 2º tramo estaba en pésimas condiciones, aunque el paisaje valía la pena. Finalmente, y tras un rato parados en mitad de la carretera por un incendio, llegamos a Meteora. EL lugar es impresionante, con pequeños monasterios ortodoxos colgados en lo alto de los montes. En España la formación que más se parece son los Mallos de Riglos en Huesca, aunque los de aquí son rojizos y los de allí grisáceos. Actualmente se mantienen unos 6 monasterios, de la veintena que llegaron a existir. Algunas de sus ruinas parecen pétreos nidos de águilas colgados en lo alto de los riscos. Del camino a Tesalónica señalar que pasamos por las faldas del Olimpo, pero ya estaba oscureciendo, así no tuvimos una buena vista de la morada de los dioses.
Vergina: es el mausoleo de la monarquía macedónica y, entre las tumbas encontradas bajo el túmulo, está la de Filipo II padre de Alejandro Magno. Una visita muy recomendable, dada la categoría de los personajes y la buena conservación del ajuar funerario. EL camino no está del todo bien indicado, así que es fácil pasarse.
Calcidia: la intención era visitar el monte Athos, pero no está permitido, salvo permiso muy especial y restringido a motivos religiosos o de estudio, así que los turistas como mucho podemos navegar por los alrededores y a mas de 500 metros de la costa. Como se nos hizo tarde, tuvimos que ver el monte Athos desde la península de Sithonia. Las carretera estaba bien (muy bien para lo visto hasta entonces) y tenía bonitas vistas incluida la del monte Athos. Eso sí, mucho tráfico de fin de semana (un viernes tarde).
Tesalónica: ya que habíamos dormido dos noches en esta ciudad, había que visitar su zona monumental. No pudo ser exhaustiva pero sirvió para hacernos una idea de sus restos romanos, alguna de sus iglesias y la torre que les queda de sus murallas. Una ciudad bonita y cuidada que no merece un viaje ex profeso, pero que sí vale un desvío si se está por la zona.
Se quedaron para otra ocasión, a pesar de haber pasado cerca, Joanina y sus alrededores.
c. Paisanajes: las gentes siempre amables y nos intentaban ayudar. No suele faltar quien sepa inglés, así que pocos problemas a la hora de entenderse.
d. Hoteles: los hoteles griegos claramente han vivido su época de esplendor hace décadas. El hotel de Corfú estaba muy bien y, aunque ya se le empezaban a notar los años, su servicio no quedaba en nada afectado. Del Hotel de Tesalonica, no se puede decir lo mismo. Se le notaban los años, y tuvimos algunas averías que si afectaron al servicio (ascensor, agua,…). Las repararon rápido, pero se dejaron notar. Por lo demás, en general buena atención por parte del personal. La comida y los desayunos buenos y variados.
2) F.Y.R.O. Macedonia
a. Circulación
i. Estado de las carreteras: sólo se usó la autopista, con tramos pendientes de construcción que, en general, estaba bien, pero con rodadas de camión en el carril derecho. Se nota que se hizo hace tiempo y el asfalto empieza a acusar el desgaste. Ojo cuando llueva. Guarda railes preparados para motoristas inexistentes.
ii. Conductores/conducción: no se puede hacer una valoración.
iii. Tráfico y circulación: Salvo la entrada en el país, sin problemas de tráfico.
iv. Gasolineras/gasolinas: no se repostó en el país para evitar el lio del cambio de monedas.
v. Otros comentarios (fronteras, moneda, peajes, talleres, seguros, radares/multas …). El paso de Grecia a Macedonia fue un suplicio al tener que esperar a 39 grados al sol más de media hora. Aparte, está el tema de la moneda. En los peajes de la autopista aceptan euros, aunque el cambio que nos hicieron en el primero de los tres peajes fue ligeramente desfavorable. En los otros dos fue exacto. Con la carta verde vale el seguro español, pero hay que mostrarla en la frontera junto con el pasaporte.
b. Paisajes y Lugares visitados: se atravesó sin hacer visita alguna.
c. Paisanajes: no hubo ocasión de tener trato con las gentes del lugar. Nos llamó la atención un par de comitivas de coches escoltando sendas limusinas y agitando banderas albanas cerca de la capital Scopje. Resultó que eran un par de bodas.
d. Hoteles: no se pernoctó
e. Observaciones sobre el país en general: aparte de la polémica sobre el nombre del país con Grecia, de ahí que su nombre “oficial” completo sea “Former Yugoslavia Republic Of Macedonia” y de que no pierdan ocasión, como en el caso de la autopista que lleva desde Grecia a su capital Scopje, a la que han bautizado como Autopista Alejandro Magno (escrito en carteles en Inglés, para que todo el mundo lo entienda), se ve un país sin industria pero con una muy buena agricultura. Campos cuidados y bien cultivados, viñedos en espaldera – método moderno – y anuncios de bodegas que se podían visitar y cuyo aspecto exterior, visto desde la autopista, era bueno. La falta de tiempo y el ir en moto hizo que no podamos valorar personalmente sus productos.
3) Kosovo
a. Circulación
i. Estado de las carreteras: flojo. Parece que el dinero que está dando la comunidad internacional no va a las carreteras; parece que todo se queda en construcción y en coches. Mala señalización vertical y horizontal, especialmente en cruces e incorporaciones. De los tramos recorridos sólo merece la pena el trayecto Pec – frontera de Montenegro, con una carretera virada, con buen firme, bonito paisaje de montaña, razonable señalización. Las protecciones (guardarailes) solo para coches y oxidadas.
ii. Conductores/conducción: la observancia del código no es su fuerte. Las incorporaciones a la carretera no suelen ser del todo ortodoxas. A veces facilitan los adelantamientos circulando por la cuneta (cuando existe). EL porcentaje de conductores “macarras” es más elevado que otros países que hemos visitado.
iii. Tráfico y circulación: la carretera que une Macedonia (Scopje) con Pristina lo tiene infame y, aunque no se llegaron a producir tapones, la carretera estaba saturada. Los pésimos cruces e incorporaciones no facilitaban la fluidez del tráfico. La carretera de Pristina a Pec tenía menos tráfico.
iv. Gasolineras/gasolinas: en Grecia nos indicaron que la calidad de la gasolina no era buena. En cualquier caso, no faltaban gasolineras, pero ya no debe ser un negocio tan boyante, pues se veían unas cuantas cerradas y abandonadas. Y eso a pesar de la pasión por tener coche que ha invadido el país.
v. Otros comentarios (fronteras, moneda, peajes, talleres, seguros, radares/multas …). En Kosovo no funciona la carta verde, por lo que hay que contratar un seguro a la entrada en el país (15 Euros por moto para 15 días de transito). La moneda oficial es el Euro. También es MUY IMPORTANTE tener en cuenta que si uno entra en Kosovo (y por tanto le sellan el pasaporte) no podrá entrar en Serbia desde Kosovo. Esto nos obligó a entrar en Montenegro desde la ciudad de Pec en lugar de hacerlo por la carretera principal. El desvío mereció, no obstante, la pena. Tampoco debe descartarse posibles problemas si entra posteriormente con un pasaporte con el sello Kosovar.
b. Paisajes y Lugares visitados: lo más interesante la carretera de Pec a la frontera de Montenegro. Lo demás no merece la pena, incluido Pristina, turísticamente hablando.
c. Paisanajes: también aquí nos encontramos con otra comitiva de boda, también con banderas albanesas.
d. Hoteles: hay países en los que hay que alojarse en el mejor hotel posible, y este es uno de ellos. EL hotel que se había reservado desde España resulto que no tenía las instalaciones que aseguraba tener, incluso cuando se les llamó directamente para confirmarlo. Por ello, y ante la falta de seriedad demostrada, hubimos de buscarnos otro hotel. Encontramos el SwissDiamond Hotel, estrenado hace 9 meses, y que resultó al final el mejor hotel de todos los visitados, con las mejores instalaciones y personal de trato impecable y profesional, a la altura del mejor hotel europeo. Si tienen que ir a Pristina, no dudéis en ir a ese hotel y comentad que ods motoristas españoles estuvieron por allí (el Conserje, educado en UK, es de los más profesionales que hemos encontrado en todo el Mundo!).
e. Observaciones sobre el país en general: la impresión personal es que la efervescencia económica que se centra en la construcción y en la compra de coches, está ligada a las remesas de ayuda internacional y que no se está empleando para nada en conseguir unos fundamentos económicos que permitan seguir al país funcionando por su cuenta una vez se termine dicha ayuda. Aparte de 2 cementeras cerca de la frontera con Macedonia, no hemos visto nada, pues la agricultura está en un estado lamentable. Nada que ver con la vecina Macedonia. Estados Unidos y Europa, en su afán de evitar la Gran Serbia, pueden estar criando el monstruo de una Gran Albania.
4) Montenegro
a. Circulación
i. Estado de las carreteras: razonablemente bueno. De hecho, pudimos disfrutar de algún tramo completamente nuevo y a la última en cuanto a trazado de curvas. También es verdad que en la carretera mas revirada y ratonera de todo el viaje estaba en este país (carretera de Cetinje a Kotor), en la que apenas pasan 2 coches y tiene mas de 20 horquillas para más de 1000 metros de desnivel en menos de 20 Km. Eso sí, unas vistas impresionantes. Las vistas en todas las carreteras de montaña merecen la pena y quien desee hacer curvas tiene en este país un paraíso. Las indicaciones de dirección son parcas. Indican el nombre de la población inmediata a la que conduce el desvío, con lo que si no se tiene un mapa detallado, hay muchas posibilidades de pasarse el cruce adecuado.
ii. Conductores/conducción: ninguna queja. Es más, un grupo de motoristas nos indicó nuestra situación cuando andábamos un poco despistados. Se portaron estupendamente.
iii. Tráfico y circulación: no tuvimos problemas de tráfico ni de circulación
iv. Gasolineras/gasolinas: en lo referente a la calidad de la gasolina, seguimos el consejo de usar la marca griega, que según nos indicaron era la más fiable. No tuvimos problemas. Fuera de las carreteras principales no son abundantes, así que no conviene apurar depósito.
v. Otros comentarios (fronteras, moneda, peajes, talleres, seguros, radares/multas …): aunque no esté en el Euro, la moneda nacional es el Euro, lo cual es una gran ventaja. No pasamos por autopista alguna de peaje. La cartografía de los navegadores deja actualmente mucho que desear, aunque se lleve actualizada (“atención, conducción fuera de pista” era la alocución más frecuente del Garmin!!). Al meternos por carreteras secundarias, en lugar de circular por la autopista principal, tuvimos múltiples ocasiones de comprobarlo. Tampoco los mapas Michelín de internet están demasiado bien. Recomendamos conseguir buenos mapas nada mas entrar en el país. Nosotros no pudimos, al entrar desde Kosovo, pero en Kotor sí que nos facilitaron en el hotel un paquete turístico con unos magníficos mapas. Recomendamos, pues, pues entrar en el país desde Kotor.
b. Paisajes y lugares visitados: tras acceder al país desde Pec por una magnifica subida entre bosques, y circular luego unas buenas carreteras de montaña, llegamos finalmente al cañon del Tara (el más profundo y largo después del Colorado según la propaganda, aunque no sé si los tibetanos o paquistaníes tendrán algo que decir al respecto).
Entrando en el Cañón del Tara
El cañón es ciertamente espectacular, sobre todo en sus partes mas angostas, donde hay cortados verticales. En el resto del cañón las laderas no llegan a formar cortados, lo que le resta algo de espectacularidad. Algunas piedras en la calzada (no mayores que un puño) obligaban a circular con algo más de precaución. Nos perdimos, por lo que no fuimos al cañon del Moraca, otro de los sitios recomendables. Las carreteras por las que fuimos hacia el monasterio de Ostrog tampoco estuvieron nada mal. Después de pasar cerca de Podgorica, nos dirigimos a Cetinje, antigua capital, pero que no merece la pena visitar, así que si se está justo de tiempo, mejor ir directamente a la carretera de Cetinje a Kotor que esa sí que vale el viaje. La jornada terminó en Kotor, ciudad de tipo veneciano, situada en un enclave extraordinario y cuyo casco histórico está perfectamente conservado. No es tan famosa como Dubrovnic (antigua Ragusa) pero no le va a la zaga en nada salvo quizás en la menor extensión de su casco histórico. Kotor vale sin duda el viaje. A la mañana siguiente, tras dar otra vuelta, esta vez diurna por Kotor, recorrimos la doble bahía en la que está situada y su embocadura, para seguir camino de Croacia.
c. Paisanajes: aparte de lo bien que p se portaron el grupo de motoristas montenegrinos, nos llamaron la atención las larguísimas piernas de las chicas que paseaban por Kotor!!!. Bueno, las piernas y todo lo demás…¡espectacular!!!
d. Hoteles: ninguna queja del hotel de la parte vieja de Kotor en el que nos alojamos, adaptación de un edificio, del siglo XVIII o XIX, con su interior a la última.
e. Observaciones sobre el país en general: éste es uno de los paraísos moteros por descubrir. Las carreteras son suficientemente buenas (de firme), son carreteras de montaña y tienen todas las curvas que se puedan desear.
5) Croacia
a. Circulación
i. Estado de las carreteras: de los países visitados en la parte turística, sin duda, las mejores carreteras, aunque también hay que decir que sólo hemos recorrido la carretera de la costa, que es la base de su turismo. Quitando los 3 primeros kilómetros a la entrada desde Montenegro, que estaban peor que un camino de cabras por estar de obras, el resto de carreteras bien de firme, de señalización y de indicaciones. Hay eso sí, en la carretera de la costa tramos bastante largos con línea continua. En cualquier caso, si se tiene prisa se puede recurrir a la autopista. Nosotros sólo lo hicimos para salir de la península de Istrira hacia Trieste, y hubiera estado perfecta sino fuera porque al terminar Croacia y entrar en la pequeña franja de Eslovenia que separa a Croacia de Italia, nos quedamos sin autopista hasta entrar en Italia.
ii. Conductores/conducción: ningún problema con su modo de conducir. Lo que vimos fue un policía con una pistola laser en acción en un pueblo. Por suerte estaban “recetando” a los que iban en dirección contraria. El único control de velocidad que vimos en la parte turística del viaje.
iii. Tráfico y circulación: no sufrimos los famosos tapones dela carretera de la costa de los que habíamos oído hablar, aunque sí los tuvimos en los pasos fronterizos, pues hay un trozo de Bosnia que separa por tierra a Dobrovnik del resto de Croacia. Aunque no fueron ni tan largos ni tan calurosos como el de entrada a Macedonia, volvimos a añorar Shengen. También es verdad que este año nos decían que estaban teniendo mucho menos turismo por la crisis. En cualquier caso, si se tiene prisa, se puede recurrir a la autopista, cosa que no hicimos, por lo que no podemos decir nada sobre su estado. En este sentido, hay que reconocer que han tenido el buen gusto de separarla de la costa, así que no afea el paisaje costero.
Costa Croata
iv. Gasolineras/gasolinas: sin problemas de suministro, salvo ocasionalmente la falta de gasolina de alto octanaje. Como curiosidad, en muchas gasolineras tienes chicos y chicas estudiantes que se ofrecen a limpiar el parabrisas del coche para sacarse unos dineros. Allí es normal y permitido por las propias gasolineras, aunque vayan por libre. Al ir en moto no podemos hablar de las propinas al uso. Por cierto, muchas de las chicas simpatiquísimas, y se puede hablar con fluidez en inglés.
v. Otros comentarios (fronteras, moneda, peajes, talleres, seguros, radares/multas …). AVISO, si se quiere parar a hacer fotos de los paisajes, mejor recorrer la carretera de la costa de Norte a Sur. Si se hace al revés, como hay muchos tramos de línea continua, el pasar la moto a la cuneta Oeste no siempre es posible, siempre es arriesgado y todos queremos que nuestra moto salga en la foto..je,je
En este país vimos al único policía con la pistola laser de cacería en un pueblo, entre Split y Zadar, controlando la dirección contraria a la nuestra. El otro inconveniente es el de la moneda (la Kuna), aunque con la tarjeta de crédito y algún pago ocasional en euros, que admiten sin más problemas que el de darte las vueltas en kunas, no se sufre demasiado.
b. Paisajes y Lugares visitados: la visita ha consistido en hacernos la carretera de la costa completa, haciendo paradas en Dubrovnik, Split y Trogir, paso por el delta del Neretva (el rio de Mostar), Zadar, y la península de Istria, con parada en Pula para ver su anfiteatro. No tuvimos tiempo de tocar las islas ni los parques nacionales que tienen cerca de la costa.
Los paisajes, de postal. Al tratarse de una costa abrupta, pero sin grandes acantilados, la carretera discurre a cierta altura sobre el mar, permitiendo ver desde las rompientes la sucesión de islas Los pueblos de la costa mantienen todos su esencia veneciana. No han hecho construcciones modernas de dudoso gusto que hubieran estropeado el conjunto, respetando lo mucho y bueno que tienen.
Dubrovnik: poco que añadirá a todo lo que hay escrito sobre esta ciudad y sus murallas. Para los que la visiten en moto, no pueden perderse la vista desde la carretera de la costa hacia Cavtat. Los que no vayan por sus medios, siempre les quedará pagar el teleférico.
Split: hablar de Split es hacerlo del palacio de Diocleciano. Recomendamos hacer la visita con guía (son oficiales y está bien organizado), pues si no se corre el riesgo de terminar diciendo que la parte vieja de Split era muy bonita y hasta con algunos restos romanos, pero que no se ha encontrado el palacio por ningún lado. Bueno, la parte vieja de Split es, de hecho, el palacio, convenientemente reaprovechado, diríase reciclado. Algo parecido a lo que sucede en Roma pero de manera total y absoluta en el caso de la parte vieja de Split
Trogir: ciudad que conserva toda su fisonomía y encanto veneciano, por la que merece la pena pasear y donde sería fácil retroceder al siglo XVI si no fuera por las resmas de restaurantes que hay. Eso si, a la hora de comer, el único problema es elegir el sitio.
Delta del Neretva: lo atravesamos por la carretera. En una zona muy montañosa y llama la atención el aprovechamiento intensivo que se hace de una de los pocos sitios que es amplio, cultivable y con agua abundante. Uno tiene la sensación de bajar a un mar verde.
Zadar: ciudad no tan bien conservada, en cuya parte vieja se ha colado La modernidad, pero que aún mantiene parte de su encanto. Posiblemente lo mas interesante, los restos de sus murallas.
Nos llamó la atención el paisaje en el tramo que va de Zadar a RIjeka. Las islas que se veían desde tierra, que en tramos anteriores eran totalmente verdes, presentaban en este tramo un aspecto desértico, más propio de Marte, en su costa este (la que mira a tierra). La parte que da al mar tenía un poco mas de vegetación, pero nada que ver con las islas que habíamos divisado hasta Zadar. Un contraste ciertamente inesperado.
Peninsula de Istria: Opatija, antigua ciudad de veraneo del imperio austrohúngaro, conserva villas y mansiones de la época previa a la 1ª guerra mundial, mayoritariamente reconvertidas en hoteles. Conserva algo de su atmósfera decimonónica y una serie de tapas de alcantarilla en mitad de la calle/carretera que hicieron las delicias de nuestros amortiguadores!!!…
Peninsula de Istria: Pula (Pola), visitamos el anfiteatro romano. Esta bastante bien conservado, sobre todo su envoltura exterior, pero creemos que los hay más completos y mayores (Arles, Verona,…). Merece la pena desviarse para verlo, pero no justifica un viaje sólo para ello.
Peninsula de Istria: Porec (Parenzo), de los múltiples pueblos venecianos que hay por la península de Istria, esté fue el que nos recomendaron, pues no teníamos tiempo para más. Si se ha de medir por la cantidad de turistas y por el “ambiente” que había, debe ser de los mejores, pero en el aspecto monumental y de conservación es del nivel Zadar.
c. Paisanajes: mismo comentario que para Montenegro.
d. Hoteles: se puede decir que los hay con dos orígenes. Por un lado están los de gran tamaño (más de 50 hab.), muchos de la época de Tito, que, aunque con años, nos dan la impresión de estar mejor conservados que en Grecia. El equivalente sería el del hotel de Corfú. Se nota que sus ingresos permiten un correcto mantenimiento. Por otro lado está una pléyade de pequeños hoteles, muchos son adaptación de edificios preexistentes, en los que hay de todo.
e. Observaciones sobre el país en general: sin duda el país mas desarrollado de los visitados en la parte turística, aunque no se debe olvidar que únicamente hemos visitado la costa, que es el motor de su turismo. El idioma, sabiendo inglés o alemán, no es problema.
Croacia es un país para visitarlo como más tiempo del que le hemos podido dedicarle. Aunque la carretera tiene magníficas vistas, sería conveniente también verlo desde el mar para tener una visión completa.
Bahía de Kotor. Montenegro
"El" de la Bandit, también en Kotor...a ver si alguien le convence de una vez para comprarse una BMW!!!
Esperamos que estas notas le puedan ser de utilidad a alguno de vosotros si planea un viaje por esta bonita zona.
, para que te hagas una idea de cómo está todavía toda esa zona....
